A veces sucede. No se esta en la luna y mucho menos en Marte. Se esta - aludiendo a uno de los notables cuentos de Borges- como en el jardín de los senderos que se bifurcan. He dejado de leer continuamente, y cada vez que vuelvo abrir el libro de turno desde mi buró, recuerdo las palabras de Jorge Salazar, un personaje genial, el profesor de periodismo deportivo, que un día preparo pejesapo y una comida tailandesa, para 3 jóvenes universitarios, incluida ahí yo.
Hasta ahora tengo el sabor del vino chino y el vino italiano que tomé aquel día. No recuerdo textualmente lo que dijo, pero fue algo así como, en esos momentos, cuando uno se siente así, solo se saca un libro y se lee, háganlo, no vale la pena esas otras cosas, lean o escuchen música, y ni cuenta se darán que se sintieron así.
Crímenes perfectos, fue lo que detono el pesar. Algo así, en el momento; rayos esa canción me mató, y ya se cuales son las que vienen. Esa fue una canción de Fito Páez, pero antes fue una de Silvio Rodríguez, y para completar el menú, el trío se completo con un tema de Alejandro Sanz, pero como le comentaba hace un rato a la Juch (una de mis mejores amigas, la gran paracaidista, cae siempre tan oportuna).
Lo que a veces sucede (como hoy) ya no me sucede como antes. Es decir, melancolía, letras, canciones, vista perdida, libros, blancas y negras, aire, parque, caminar, conversar conmigo misma.
Parece que uno aprende, pero en el momento no se da cuenta (al menos yo, alguien algo despistada). Los ingredientes se van perdiendo, adecuando o mancillando hasta que ya no hay rastro.
Algo que me alegro fue saber que había llegado mi prima y con una bolsa de galletas animalitos para mí: D, ella dijo que a parte de tener cara de sueño, me pasaba algo, yo atiné a hacer lo que siempre hago cuando me dicen eso; reí. Mientras comía las galletas, sentía que ese algo pronto sería nada.
Ahora me he mudado, y se siente tan bien y hasta me parece infundado, inútil y nulo ponerme triste, y mas aún cuando pienso en las personas que se vieron afectadas por el terremoto de hace una semana.
No tengo excusas, todo marcha bien en casa, hasta Cosmo pareció reír conmigo hoy, que lo saque a pasear al parque caracol (así lo he bautizado, porque hay caracoles por donde uno va, un espectáculo grato, desde ya verlos, es algo nuevo que me gusta hacer).
Aunque llovió, bueno literalmente, porque como digo es lluvia de mentira, de hecho que hay gente que no concuerda con lo que diré pero, una lluvia de a de veras: P es genial, bueno solo para los que no están acostumbrados a un clima como el de Buenos Aires por ejemplo.
Ahora que escribo, pienso en esos pretextos, y a pesar de haber firmado un compromiso de la universidad para llegar puntual y usar ropa formal, me importa un pepino porque no puedo dejar de usar mis zapatillas chatas, las adoro, y una firma que no es la de mi DNI, no cambiará eso. No tolero los tacos por mucho tiempo, y además se que hacen daño, pero bueno eso no es importante, porque los he dejado olvidados, al menos son dos, ja.
Hoy, desde la couster asesina, pensé mucho en Setiembre, y que desde hace dos ciclos mi cumpleaños no coincide con la semana de los exámenes parciales, pero mas que todo pensé en Diciembre, porque eso significa la llegada de mi abuelita y de mi primo, que por cierto acabo de llamar, para saludar a mi primo por su cumpleaños feliz, además le de eso, le dije que lo envidiaba porque estaba cenando sopa seca, y mi abuelita es genial en la cocina, ( ya se me hace agua a la boca).
Además, sucede que en el doceavo mes, termino la universidad, y mis padres esperan la graduación ansiosos, y admito que yo también, pero si no hay pachanga, no estaré muy contenta que digamos jajaja.
Acaban de llegar mis padres con mi hermanita Milena, mi papá me dice que ha encontrado unos videos sobre el gobierno de Fujimori, mi mamá se acerca y noto que chequea que no estoy escribiendo guiones o artículos, me dice si llamo alguien, y le comenta a mi prima que Milena tiene que ir disfrazada de gato mañana, yo sonrío mirando al nuevo monitor, y recuerdo inmediatamente la foto que antes mi madre colocaba en la sala, cuando vivíamos en Chorrillos.
Una foto curiosa que ahora si me daría roche que todo el que llegue a casa la vea, es una foto donde salgo vestida de gato, si, el daño se repite ahora con mi hermanita (jajaja).
Ahora mi prima se despide, me dice chau muñequita (cosa de primas hermanas), mi madre dice que la acompañará y se va con Milena, Giovana, mi otra hermana y aprovechan para pasear a Cosmo.
Sharon, mi otra hermana, esta algo molesta, ve noticias y me comenta, mi padre esta en su dormitorio, y se que es inevitable estos días, pero ya no quiero ver noticias sobre lo ocurrido en Pisco, se parece al algo de hace rato, cuando veo las imágenes y todo lo que hasta se encuentra en internet.
Chequeo el Messenger, hay 16 conectados, mejor lo minimizo y sigo como no conectado. Hoy te deteste una vez más, poco funcional, ¿medio de comunicación?, definitivamente prefiero el face to face (aunque ahora mismo me vuelva a conectar).
Mi madre y mis hermanas acaban de llegar, Milena se acerca y primero me entrega unas galletas morochas y luego una oblea mas conocida como golpe. Es chocolate, y hace tiempo que no como chocolate y es por eso que esto encuentra el fin y el algo también.